Una reflexión surge en este encuentro, mucho sentimiento por nuestra Alma mater y por nuestra vieja amistad. Maestros que nos dieron una enseñanza cargada de valores, alejada de envidias, competencias, de egoísmos y esa sana amistad que cultivamos; hoy que la vida nos permite volvernos a encontrar, tenemos dos grandes responsabilidades, una la de compartir con nuestros amigos fraternos nuestras experiencias, esas vivencias que enriquecieron nuestros conocimientos y que constituyen nuestro tesoro acumulado, y la segunda de compartir ese tesoro también con los actuales alumnos del colegio, hecho que tiene muchísimo
más valor que dotarlos de una carpeta más.
Nuestra propuesta es la de crear una Confraternidad que nos una, a través de la cual trataremos de estrechar nuestra entrañable amistad y trascender ofreciendo a nuestro Colegio Conferencias de nuestros conocimientos.
